Nudec:

Como siempre decimos en Cèl·lula, hacer una identidad corporativa no es solo diseñar un logo. Crear o redefinir una marca va mucho más allá. Para empezar, se trata de entender muy bien el propósito y la forma de ser de la compañía. De definir a Nudec desde las bases de su historia: ¿qué?, ¿quién?, ¿cómo es? y ¿por qué? Imaginarnos a Nudec como si fuera una persona, con sus rasgos de personalidad. En este caso, la empresa se siente flexible, innovadora, humilde, persistente y con capacidad de adaptación.

Con estos rasgos era necesario definir el universo de marca, era necesario definir todo aquello que abarca una marca y el contacto con sus consumidores. Es decir, la identidad visual, la identidad verbal y la estrategia de comunicación. En este caso, al tratarse de una gran empresa innovadora, pero humilde, nos decidimos por presentar, siempre que fuera posible, su producto como el protagonista. Destacando la pureza y la calidad de fabricación como si de un diamante se tratara: mostrando la transparencia, el brillo y la perfección, desnudo.

En la dirección de arte de las fotografías de la empresa, más que centrarnos en enseñar la potencia de sus instalaciones, nos dedicamos a mostrar al equipo de Nudec con un reportaje prácticamente social, en el que el protagonismo lo tenían las personas y el ambiente de trabajo. De fondo, como si se tratara de un decorado de cine, las instalaciones industriales mostraban subliminalmente la potencia de una gran empresa. (Una forma de mostrar humildad y potencia al mismo tiempo).

Para la parte visual del rediseño de la marca, trabajamos a partir de las formas de la antigua marca. Esta estaba construida con una tipografía de origen geométrico que tenía una ligadura algo extraña entre la U y la D. Otro aspecto que nos pareció curioso fue el acabado en forma redondeada de la tipografía del antiguo logotipo. Nos sorprendió que una empresa de plástico transparente, con sus vértices de noventa grados perfectos, tuviera un diseño de logo que terminara en formas redondeadas. Así, el trabajo para hacer el rediseño del logo fue simplificarlo para conseguir un logo con la misma alma que el anterior, pero con una morfología que recordara más al producto.

Y, por último, la compañía no tenía necesidad de crear una arquitectura de marca; es decir, no tenía empresas y filiales que necesitaran estructurar la relación entre ellas, ni construir logotipos para cada una de ellas. Pero lo que sí tenía era una veintena de productos que debían representarse con una gráfica cercana al diseño del logotipo.