Hoy os hablaremos de un encargo que no ganará ningúnpremio LAUS de diseño gráfico, ni será seleccionado en ningún Art Directors Club. Ya nos gustan las obras que ganan cada año, pero las encontramos demasiado “paradiseñadores” y reflejan una imagen de la profesión, a menudo, demasiado frívola.
Removiendo el archivo del estudio, hemos encontrado un libro que diseñamos hace unos años por la Obra Social “la Caixa” titulado “Vive el envejecimiento activo“. Un libro que explica de manera comprensible los problemas que sufriremos (o sufrimos) cuando nos hacemos mayores.
Hoy he recordado el día que Lourdes, responsable del proyecto de la Obra Social, nos explicaba el encargo y los requisitos que debía tener el diseño gráfico para gente mayor: letra grande, contraste cromático, peso, medidas especiales, etc. Todo debía ser pensado para facilitar la lectura a las personas mayores.
A partir de ahí comenzó un proceso de diseño de prácticamente un año, donde se ponía en crisis cualquier decisión y se sacrificaban todos los argumentos formales a favor de facilitar la lectura a las personas mayores. Fue una tarea de investigación en el ámbito del diseño laboriosa, en algunos momentos dura y seguramente poco rentable empresarialmente. Pero hoy, cuando nos hemos reencontrado con el libro, he sentido un placer especial. El placer de tener una profesión útil socialmente.